El cuidado de las plantas de orquideas - Tu jardin .
EL CUIDADO DE LAS ORQUIDEAS
 
 

 

 

En los últimos años han aparecido en la Argentina nuevos orquidiófilos apostando a esta especie botánica ornamental. Actualmente el cultivo de orquídeas puede ser un negocio atrayente. Los pioneros fueron algunos productores de Estados Unidos y Europa que comprendieron que sólo cambiando el rumbo podrían resurgir. 

Germinación

La orquídea, como todas las plantas, se reproduce por semilla. Es una epífita, lo que significa que en la naturaleza crece y se desarrolla en los árboles. Para que su semilla germine necesita asociarse a un hongo, produciéndose el fenómeno de simbiosis. 

En el vivero es necesario imitar a la naturaleza, creando un hábitat natural mediante un cuidadoso trabajo de laboratorio. Recién al cabo de un año, la semilla germinada habrá alcanzado el tamaño adecuado para poder sobrevivir sobre la mesada de un vivero. Llega a este momento se la denomina plantío. Sin embargo, para producir orquídeas no es necesario contar con artificios de laboratorio, pues lo habitual es comprar directamente los plantines o bien las plantas a punto de florecer. 

Hasta que el plantín se convierte en planta pasan, como mínimo, tres o cuatro años. En algunas variedades como las Phalaenopsis y las Dendrobium phalaenopsis, la primera flor aparece durante ese periodo. 

Floración

Los Cymbidium florecen a los cinco o seis años de crecimiento y los del género Cattleya (que son los más tardíos) a los siete u ocho años. Esta primera floración es muy débil, ya que la planta es aún joven y recién llegará a su esplendor, es decir tendrá máximo vigor, óptima cantidad de flores y óptimo tamaño de flor, tres años más tarde. Haciendo un sencillo cálculo se observa que deben transcurrir entre seis y once años para poder vender la primera flor. He aquí uno de los principales motivos que encarecen este producto en el mercado. 

No es conveniente tener plantas demasiado grandes, ya que no por ello se obtiene mayor producción. Las plantas chicas, en proporción producen más y, por otra parte, se distribuyen mucho mejor en el vivero. El objetivo que debe perseguirse es tener la mayor cantidad de plantas, con la más alta producción en el mínimo espacio posible.

Producción

Hay híbridos que brindan una buena oportunidad de rentabilidad anuales. Por ejemplo, híbridos de Cattleya dan cinco o seis flores por planta al año, algunos híbridos de Dendrobium producen dos o tres varas por planta anuales. 

En este caso cada vara puede tener entre diez y quince flores. La Cymbidium posee un promedio de tres varas por planta anualmente, en este caso cada vara produce entre siete y doce flores y la Phalaenopsis, da una o dos varas por planta al año, con aproximadamente veinte flores, entre las dos varas.
 
El cultivo de orquídeas es una producción intensiva en el que se posee un importante capital en muy poco espacio. 
Un vivero mediano cuenta con alrededor de quince mil plantas. En general, necesitan muy buena calefacción y alto porcentaje de humedad. Como estos factores son propicios para el desarrollo de diversas plagas es necesario hacer un exhaustivo control.
 
El desarrollo de esta actividad a nivel mundial es tan grande que en la actualidad se cuenta con casi todos los colores de orquídeas, en prácticamente todos sus géneros: azules, violetas, amarillas, rojas, blancas, amarillas con labios rojos y rosas, por mencionar sólo algunos. 

Normalmente, las orquídeas florecen una vez al año y la época está determinada por la genética de la planta. Cada híbrido florece una vez al año pero, en algunos géneros, como  se encuentran desarrollados diferentes híbridos que florecen en distintos momentos del año. Esto nos da la posibilidad de tener flores permanentemente.

El riego debe ser cuidadoso, poca agua puede resultar tan malo como el exceso. Además, es importante que entre riego y riego, la raíz se seque. La asiduidad con que se haga esta operación variará según la época del año, la zona y la ventilación del vivero, entre otros factores. 

Calidad híbrida

El agua utilizada para el riego debe ser de la mejor calidad posible.
Como se mencionó anteriormente, las orquídeas crecen sobre la corteza de los árboles, lo que les permite secarse rápidamente cuando se mojan. Para imitar lo que es natural en estado salvaje, se las cultiva en corteza de triturada, carbón, piedra o alguna sustancia muy aireada, lo que le permitirá a las plantas primero, empaparse y secarse inmediatamente. 
Necesita una fertilización especial porque está acostumbrada a muy baja concentración de nutrientes y, además, no tolera ningún nivel de sales. En secuencia, hay que regular cuidadosamente esta operación. 

Luminosidad y temperatura

Respecto a la luz existen dos factores a tomar en cuenta. Por un lado, la luz es importante -como en todas las plantas- para el proceso de fotosíntesis. Por otro muchas orquídeas son fotoperiódicas es decir que florecen de acuerdo con duración de la luz diurna. 

Algunas claves para tener éxito cultivando sus propias orquídeas

Una buena forma de aumentar el espacio disponible para el cultivo de orquídeas es plantarlas sobre estructuras hechas para este fin o bajo pérgolas que permitan el paso del sol quebrado. Otra forma adicional pero no muy estética es plantarlas protegidas bajo mallas.
 

Una forma de planificación "ideal" para su jardín es hacerlo de tal modo que el resultado sea conseguir bastante claridad pero no sol directo. 

Cuidar que las corrientes de aire sean más bien circulación del mismo en contraparte a viento fuerte o estancado. 

Recuerde plantarlas con suficiente espacio entre sí, lejos de raíces de otras plantas y lejos de plantas liberadoras de toxinas como los bambúes y los eucaliptos.

Riegue sus orquídeas preferiblemente por la mañana: de esta forma le dará tiempo al medio de cultivo de secarse, aprovechará el mayor metabolismo matutino de la planta y evitará quemaduras por la acción conjunta del agua y el sol. Nunca exagere la cantidad de agua en el riego (riegue hasta que todas las raíces cambien de blanco a verde claro), un poco de agua en la periferia de la planta no es perjudicial siempre y cuando el lugar no sea de por sí ya muy húmedo para su orquídea. En días de intenso calor se puede regar las orquídeas con mayor frecuencia y reducir la temperatura regando alrededor de la planta como anteriormente indiqué; evidentemente, en época de lluvia suspenda o minimice los riegos. Los riegos también se deben disminuir gradualmente cuando una planta evidencie entrar en reposo, esto se hace patente cuando su orquídea no presenta crecimiento de nuevas raíces. 

Tome en cuenta que las orquídeas, según la especie, van desde las que no poseen un reposo definido, hasta las que necesitan de reposos marcados (es decir, que los riegos se suspenden casi por completo o por completo y que su reposo puede ser relativamente largo). Es una regla primordial respetar el reposo de una orquídea para que éste actúe como gatillo de la próxima floración. Recuerde que al regar sus orquídeas, debe hacerlo de tal forma que le dé al medio de cultivo tiempo para secarse (no necesariamente por completo), para evitar que la orquídea pase la noche muy húmeda.

Si hay una clave para obtener buenas floraciones, ella es usar fertilizantes para orquídeas. Si usted no es una persona constante despreocúpese, sus plantas no morirán si descuida su abonamiento. Lo más práctico es comprar un fertilizante que favorezca tanto al crecimiento como a la floración. Durante el reposo de una planta, es aconsejable suspender el abonado o la frecuencia del mismo (Si no suspende el abonado, por lo menos deberá reducir la concentración de abono utilizada).

Las orquídeas  no están exentas de ataques de parásitos, hongos, virus, bacterias e insectos dañinos, por lo que siempre tenga a la mano productos para combatirlos (recuerde seguir al pie de la letra las etiquetas de los productos utilizados). Si sospecha alguna manifestación viral en una de sus plantas, apártela inmediatamente; si corrobora sus sospechas, lo más sensato es destruir la planta infectada. Los virus se transmiten de una planta infectada a otra sana a través de acarreo por parte de insectos portadores, así como por medio de implementos utilizados en jardinería, como por ejemplo, tijeras no esterilizadas.  

En relación a los hongos y bacterias, éstos sólo aparecen si sus plantas son mal cultivadas o cuidadas (por ejemplo: mal regadas o iluminadas), o bajo condiciones de humedad y lluvias extremas. En relación a este tipo de infecciones bacteriales lo mejor es cortar las partes infectadas. 

Siempre que utilice implementos de jardinería como tijeras, no olvide esterilizarlos primero con la llama de un mechero convencional para cigarrillos, de esta manera se evitará que se comporten como vectores de transmisión entre una planta y otra de las infecciones. 

La circulación del aire alrededor de una orquídea es un factor importante: con ligeras variaciones, las orquídeas requieren que las corrientes de aire sean más bien buena circulación del mismo en contraparte a viento fuerte o estancado. Igualmente, es éste un factor que podemos variar a nuestra conveniencia  para contrarrestar algún otro factor adverso: por ejemplo, si tenemos un problema de exceso de humedad por falta de evaporación, una corriente un poco más fuerte que la convencional procurará la ayuda necesaria. Por el contrario, si nuestro problema es una evaporación excesiva, colocar las plantas en un lugar con una corriente un poco más débil que la convencional procurará la ayuda requerida (Igualmente nos podemos servir para este propósito variando un poco las condiciones de iluminación, utilizando otros materiales de cultivo o variando las condiciones de riego).

Un aspecto que siempre debe tener en cuenta y que es muy fácil olvidar, es que el tipo de pote y medio de cultivo utilizado no sólo afectan el espacio que destina al crecimiento de su planta, sino que también afectan la retención del agua de riego, la rapidez en que ésta escurre o se seca y la aeración que se le proporcione a las raíces. La importancia de esto radica en ser aspecto capital para un buen desarrollo radicular, así como prevención efectiva contra el estancamiento del agua. En consecuencia: dependiendo del tipo de recipiente y medio en que cultive sus orquídeas, variará la capacidad de drenaje y aeración. Las orquídeas en líneas generales son susceptibles a la mala aeración de sus raíces y al estancamiento del agua.

A falta de floración, busque primero su causa en las condiciones sanitarias y de cultivo, principalmente en el factor luz, decidir que el remedio es fertilizar con más frecuencia siempre viene como último. Tome siempre en cuenta, a la hora de elegir un lugar de cultivo, que el sol varía de posición a lo largo de un año, siendo siempre preferible que la mayor incidencia de luz ocurra durante los meses de días más cortos del año, y la menor incidencia durante los más largos. 

Algunos problemas que puedan tener sus plantas podrían deberse a un mal uso del fertilizante (no confundir con poco uso del mismo, siga al pie de la letra las etiquetas). Correcta fertilización significa un mejor desarrollo de la planta, así como floraciones más sanas, pero tenga en cuenta que esto no le garantiza más floraciones, ya que éstas dependen en muchas de las orquídeas (aparte de diversos factores como humedad y temperatura) del fotoperíodo (duración del día), así como de una correcta “administración” lumínica por su parte. No crea que fertilizando más le garantizará floraciones fuera de época. Recuerde que el exceso de fertilización es pésimo para sus plantas.
Por más bonito que considere la composición o arreglo de orquídeas de su jardín, procure no iluminarlo con luz artificial, esto seguramente desequilibrará el metabolismo de sus plantas, produciendo en algunos casos que no florezcan. Este problema puede ser muy común en orquídeas que se encuentran muy cerca de la iluminación que todo jardín posee.


Cymbidium


Son los cultivos que se encuentran con  mayor facilidad en el mercado. Son plantas que requieren una gran cantidad de luz, aunque debemos protegerlas de los rayos del sol para evitar quemaduras en las hojas. Por lo general son bastante resistentes al frío, pudiendo plantarlas en el jardín en los lugares con clima templado, donde estarán a salvo de las heladas. La temperatura máxima deberá oscilar en torno a los 30º, no debiendo descuidar la humedad ambiental, que deberá incrementarse a medida que sube la temperatura, debiendo mantenerse como mínimo en el 50% de humedad relativa.

Paphiopedilum


Debemos asegurarnos de que el medio de cultivo permita el drenaje del exceso de agua, evitando así que se pudran las raíces, aunque procurando al mismo tiempo que el medio de cultivo permanezca húmedo. La frecuencia del riego dependerá de la humedad ambiental del lugar en que los cultivemos.
La temperatura deberá oscilar entre los 14 - 15º de mínima y los 30 de máxima, procurándoles una buena ventilación y un ligero sombreado. En algunos casos, será necesario proporcionarles un periodo de reposo para provocar la floración.

Dendrobium


Son muchas las especies de Dendrobium que existen en el mundo, aunque para adquirirlas, deberá dirigirse a comercios especializados.

Sin embargo, hay una especie de Dendrobium que es posible encontrar con facilidad en el mercado: "Dendrobium Nobile". La razón es bien sencilla, ya que se trata de una planta fácil de cultivar y con una vistosa floración. 

Si desea tener éxito en el cultivo de estas plantas, debe proporcionarles un lugar fresco, donde la temperatura nocturna no baje de los 10º - 12º y la diurna no supere (preferiblemente) los 25º. La iluminación deberá ser intensa, aunque con un ligero sombreado que la proteja del sol, y si quiere que florezca de forma abundante deberá proporcionarle un periodo de reposo durante el otoño, en el que disminuirá los riegos hasta casi suspenderlos. 


Phalaenopsis


Las flores son igualmente variable, aunque las diferencias de tamaño son aquí mucho menos notorias. La variación fundamental se produce aquí en el color y la forma en que este se distribuye a lo largo de la flor. Una de las características notables de las Phalaenopsis es la duración de sus flores. 

El medio de cultivo se compondrá fundamentalmente de corteza de pino fragmentada, que puede mezclar con musgo para enriquecerla y arcilla expandida para evitar que la mezcla se compacte en exceso, lo que impediría la aireación de las raíces y el drenaje del exceso de agua.

La temperatura deberá oscilar entre los 18 y los 30º, incrementando la humedad ambiental conforme vaya subiendo la temperatura. Es importante proporcionarles un periodo de reposo con una temperatura nocturna inferior, que ronde los 15-16º.

En cuanto a la iluminación, esta debe ser intensa, aunque debe protegerlas de los rayos del sol.